Recibía Asturias a la delegación de FéminAs de esta tercera edición con lluvia. Lluvia bienvenida y envidiada por todos aquellos de otros puntos de España menos bendecidos por depresiones y borrascas. Era Mieres la que acogía la cena de bienvenida de este congreso dedicado a la gastronomía, el mundo rural y a sus mujeres, concretamente una de las sidrerías con más solera de la población, La Consistorial, que ejerció de anfitriona de la mejor cocina asturiana.

Sidra en mano y con unos entrantes made in Asturias, chorizos a la sidra y bocartes del Cantábrico, los asistentes brindaban y celebraban la reunión (y la lluvia) a las puertas del restaurante, bajo el toldo, y ante la atenta mirada -ésta menos gastronómica- de la verdadera Casa Consistorial del municipio.

El despliegue de cocina asturiana continuó ya en mesa donde Ana Alonso y Javier Caneda acogieron a ponentes e invitados con unas croquetas de jamón ibérico, unos calamares frescos fritos y una ensalada de cecina y quesos asturianos. Nada mal para entrar en materia.

Los amigos de La Consistorial querían que los comensales supieran qué tierra pisaban, por ello no faltó tampoco una degustación de fabada (cabe mencionar que la suya fue considerada en 2021 la Mejor Fabada del Mundo) a la que más tarde acompañó un bacalao con verduritas y salsa de puerros para concluir con unas notas dulces a cargo de un hojaldre de nata y crema.

Con este magnífico recibimiento y vinos de la región, de la Bodega del Monasterio de Corias, daba inicio así la tercera edición de FéminAs. Sean ustedes también bienvenidos.