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“Cuando el horno está encendido se activa la memoria”

Carla Vidal

 

Féminas cierra su tercera edición consolidado como el evento de las mujeres sin límites y se anuncia la cuarta, que tendrá lugar en la costa occidental de Asturias, lo que la convertirá en la más marinera hasta la fecha. 

Más de 40 mujeres que han venido de países tan diversos como Japón, Ecuador, Chile, Italia, Bolivia o Dinamarca, así como de diversos puntos de España, han demostrado en la tercera edición de FéminAs que sigue vigente la necesidad de visibilizar mucho más el trabajo de cocineras, productoras y emprendedoras del sector primario y la hostelería. Todas ellas han traído hasta las cuencas mineras asturianas sus historias, que consolidan esta cita como el evento de las mujeres sin límites. Aunque queda terreno por conquistar, cada vez son más los ejemplos que demuestran que nada es imposible cuando se suma ilusión, esfuerzo y confianza en sí mismas. Las cholitas escaladoras bolivianas con su cocina de alta montaña, la cocinera ecuatoriana Valentina Álvarez, la chilena Pilar Rodríguez o la japonesa Natsuko Shoji lo han demostrado a lo largo del congreso junto a las españolas Vicky Sevilla, Diana Díaz, María Cano, Pepa Muñoz y una amplia representación de las guisanderas asturianas.

Después de tres días recorriendo diversos enclaves el Congreso Internacional de Gastronomía, Mujeres y Medio Rural ha concluido en Laviana poniendo de relieve que en pleno siglo XXI sigue siendo necesario trabajar por una igualdad de oportunidades y reconocimiento independientemente del género.

Durante la clausura del acto, Benjamín Lana, director general de Vocento Gastronomía, ha destacado que esta “ha sido la edición de las nuevas generaciones, con cocineras y productoras que han demostrado que hay esperanza”. Reincidía en esta idea Graciela Blanco, viceconsejera de Cultura y Turismo del Gobierno de Asturias, al recordar que precisamente en las cuencas mineras “se está viendo un fenómeno efervescente con nuevos talentos gastronómicos”. Asimismo, y como ya viene siendo habitual, Lana ha aprovechado la ocasión para anunciar el destino del año que viene que convertirá a FéminAs 2024 en la edición más marinera hasta la fecha con su celebración en la costa occidental del Principado.

Pasión y tesón en femenino que reclaman más visibilización

Las cuatro mujeres directivas del sector alimentario que han protagonizado la mesa redonda sobre liderazgo femenino han sido las primeras de la jornada en reivindicar más reconocimiento del trabajo femenino. Laura Morcillo, consultora gastronómica y fundadora de la escuela multidisciplinar de gastronomía y turismo MOM Culinary Institute; Victoria Ordoñez, propietaria de Bodega Victoria Ordóñez & Hijos (Málaga); Esther Cueli, directora General de la compañía asturiana Aguas Fuensanta (Nava, Asturias) y la presidenta de la Federación de la Asociación de Mujeres Rurales FADEMUR y vicepresidenta de la Fundación ACODEA Teresa López han debatido sobre igualdad y los valores que aporta el liderazgo femenino al sector. Coincidían todas ellas en que cercanía, pasión y tesón son los activos con los que las mujeres contribuyen a los proyectos empresariales, pero la unanimidad no terminaba aquí pues las cuatro voces se alzaban al unísono también para reclamar más valoración del trabajo femenino.

“La desigualdad profesional es una evidencia. Podemos verla más o menos, pero existe, y en el campo se acentúa. La invisibilidad de la mujer en el sector primario es un clásico”, ha sentenciad Teresa López. Secundaba la opinión Laura Morcillo quien añadía que la mujer en el mercado laboral, y más acentuadamente en el agroalimentario, tiene “tendencia a la autolimitación y, además, aunque la cosa está cambiando, es cierto que en los procesos de selección sigue habiendo un sesgo silencioso. Se da por hecho que el hombre encara con ambición un puesto directivo, y que es capaz de asumir todas las funciones; las mujeres todavía nos vemos obligadas a demostrarlo”. En relación a ello, confesaba Victoria Ordóñez que, aunque “un 40% de los vinos que bebemos en España ya están elaborados por enólogas, tenemos menor visibilidad porque nos vendemos menos, ya que la mujer en el vino no trabaja desde el ego, sino desde su visión o concepto de un proyecto”. A estos obstáculos para el desarrollo de una carrera profesional, Cueli añadía “la dificultad de retención de talento que se vive en el entorno rural”.

A pesar de vivir a miles de kilómetros, Natsuko Shoji empatizaba con el dilema de una mayor presencia femenina en el mundo de la gastronomía. La chef de Été (Tokyo) y flamante Mejor Chef Femenina de Asia 2022 por The 50 Best Restaurants confesaba que “ser mujer, joven y sin dinero lo viví como una triple amenaza que complicó la apertura de mi restaurante”. A pesar de ello y con determinación y creatividad decidió apostar por abrir una pastelería en lugar de un restaurante –“era lo que podía permitirme”- para seguir adelante con su sueño. Del negocio de pastelería -que todavía conserva-, Shoji pudo evolucionar a un restaurante gastronómico, aunque éste sigue siendo un negocio pequeño con una única mesa sólo para seis comensales. “Este modelo de negocio pequeño es más fácil de abrir y gestionar. Así puedo sobrevivir. Es la vía para que las jóvenes chefs puedan tener su negocio”, razonaba Natsuko mientras contaba que en Japón el número de chefs femeninas “es muy bajo, e incluso más bajo entre las chefs propietarias. Algo que llama la atención porque en las escuelas de cocina la paridad de género es la norma, pero después somos pocas las que decidimos seguir nuestra carrera profesional”.

Pero esta no es la única lucha que libra esta joven chef. El apoyo a los artesanos, productores japones y la puesta en valor de su experiencia y sus productos es el otro foco de su trabajo. “Considero mi misión elevar la pasión de los artesanos productores japoneses por el producto con mis platos”, decía orgullosa Shoji a la par que mostraba en directo la elaboración de su famosa tarta de mango.

En contraposición con las dificultades, FéminAs ha demostrado también que el papel de la mujer es esencial en ámbitos como, por ejemplo, el de la industria conservera que ha renacido con fuerza impulsada por un papel más activo de la mujer en el medio rural, que ha creado nuevas formas de hacer y vender una técnica alimentaria tan antigua como la humanidad.

Marisa Rodríguez, una de las cinco mujeres cooperativistas de Conservas Del Monte al Tabuyo (Luyego, León); Natalia Del Águila, fundadora y coordinadora Las Delicias Del Palacio Del Deán (Villamiel, Cáceres); Silvia Salgado, fundadora y gerente de la conservera artesanal Angelachu (Santoña, Cantabria), Ana Labad, gerente y propietaria de Anchoas Hazas (Lastres, Asturias) y la fundadora de AsturSabor Judith Naves han defendido el valor de sus proyectos como asentadores de población e impulsores del medio rural. Lo resumía por todas ellas Ana Labad asegurando que “el empresario del medio rural debe pensar a lo grande, y crear empresas de calidad que puedan dar empleo, tanto directo como indirecto, a gente que se quiere quedar, pero no tiene vena emprendedora. Nosotros cuando decidimos abrir la conservera reclutamos a mujeres que ya se habían dedicado a ello antes, pero se jubilan y necesitamos que la gente joven se quede en el pueblo. Para ello coincido en que necesitamos planes de formación como algunos de los que ya empiezan a darse en Asturias, porque la formación remunerada tarda bastante en ser rentable”.

Lazos entre culturas gastronómicas

Ecuador y Asturias han vivido una jornada de hermanamiento en el último día de FéminAs. La artífice ha sido Valentina Álvarez, chef de la escuela restaurante Iche (San Vicente, Ecuador) que ha evidenciado que hay muchas coincidencias que vinculan a las diferentes tradiciones culinarias, “cada una con sus particularidades, que es lo que nos enriquece”, y ha ofrecido a las guisanderas asturianas un horno manabita, “núcleo transmisor de la cultura y la identidad manabita”. Este horno, contaba Valentina, “no es sólo el lugar en el que se cocina, es nexo de unión con nuestros ancestros, riqueza cultural y transmisor de conocimientos”.

En el horno manabita se puede trabajar “con 16 técnicas de cocción y conservación de los alimentos: hay un fogón para asar, freír…, pero también se puede ahumar en frío, tibio o caliente e incluso podemos cocinar enterrando en las brasas sobre ellas o en ‘arrimado’ (en un costado)”. Ocupa un espacio esencial en cada casa y “la protagonista de este espacio es la mujer. Ella es la portadora de los saberes, la dominadora del fuego, la que establece una relación simbiótica con su horno. Cada mujer tiene su horno y lo conoce, entiende cómo funciona y transmite luego ese conocimiento”, explicaba Valentina. “Cuando el horno está encendido se activa la memoria”, decía la ecuatoriana resumiendo así también la misma esencia de FéminAs, la de conservar la memoria, pero no guardada o almacenada sino con manteniéndola viva en la cocina.

Y de la tradición a nuevas necesidades y técnicas. Lo ha ilustrado al inicio de la jornada la pastelera argentina afincada en Castelldefels (Barcelona) Lucila Canero quien realiza una pastelería “para los que no en encuentran nada en la pastelería”. Con una oferta 100% vegetal y sin gluten vehiculada únicamente a través de una tienda online Lucila Canero elabora para “aquellos que no comen postres porque no les gusta el dulce o para la gente que tiene alergias o intolerancias alimentarias”.

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