Desde que en 2016 se alzara con el título de la Mejor Chef Femenina de América Latina, la danesa Kamilla Seidler no ha dejado de cosechar triunfos, en una prolífica trayectoria que ha culminado con la apertura de su propio restaurante Lola, en Copenhague, en el que aboga por la solidaridad, y el trabajo en equipo. Con la humildad como bandera, la chef ha repasado en Féminas su intensa carrera, que está marcada por la solidaridad y el respeto a una profesión en la que cree hay que cambiar, más pronto que tarde, aspectos relacionados con la igualdad, la solidaridad y las condiciones laborales.

Formada en algunas de las cocinas más importantes del mundo como las del Mugaritz, Paustian o Geist, fue realmente su paso por Bolivia lo que marcó su profesión, y su vida. Allí estuvo al frente de Gustu, un restaurante escuela nacido para mejorar las oportunidades y la calidad de vida de población vulnerable y revalorizar los productos locales, lo que le concedió las enseñanzas más valiosas de su vida. “Debes tener humildad para entender una cocina que no es la tuya, y cambiar tu filosofía en la cocina, cuando dejas el mundo de la perfección y llegas a un país en vías de desarrollo. Así aprendes a cocinar con lo que hay, y a respetar la materia prima”, ha explicado Kamilla, quien abandera la humildad también dentro del restaurante, otorgando una importancia máxima a su equipo.

“En la Paz fui más psicóloga que cocinera”, ha asegurado, “porque en la cocina todo se hace en equipo; se debe habar también de igualdad de género, porque yo no tuve referentes femeninos en mis inicios. Para ello son muy útiles eventos como Féminas. También hay que hablar de trabajo justo, ya que las personas que trabajan contigo deben tener la oportunidad de conciliar con su vida personal. Hay que ir cambiando las cosas poco a poco, mejorando las condiciones laborales y sociales”.

Cocina intercultural, basada en el respeto por el producto

Este concepto inclusivo ha hecho que la cocina de Kamilla sea tan intuitiva y tal intercultural. En su restaurante Lola, ofrece una propuesta gastronómica con mezcla sabores de Latinoamérica, India y el Sureste asiático. “Hacemos una cocina sencilla, haciendo feliz al cliente, y todo con un elevado nivel de sostenibilidad, tanto a nivel humano como de producto”, explica.

En Féminas ha obsequiado a los presentes preparando dos platos rápidos y sencillos, realmente sabrosos. Primero unos tomates impregnados en un poori picado de lentejas, sésamo, curry y cúrcuma, adornados con menta y perejil. A este original plato le han seguido unos espárragos blancos macerados en fermentado de chily verde, terminados con láminas de yuca y picado de frutos secos.

Fotografías de Damian Arienza.