Reconocida influencer, con tan solo 24 años la italiana Isabella Potí ganó su primera estrella Michelin en su restaurante Bros (Lecce. Salento), que regenta junto a su pareja, Floriano Pellegrin, y en la que actualizan los sabores más tradicionales de su tierra, el sur de la Puglia, el tacón de Italia, para enseñárselos al mundo.

La joven chef ha explicado en Féminas el enorme peso que tienen la mujeres en su tierra, donde siempre han gestionado el trabajo de las granjas y liderado la cocina del hogar.

Formada junto a grandes como Claude Bosi en Londres, Paco Torreblanca y Martín Berasategui en España o Mauro Colagreco en Francia, Potí ha asegurado por videoconferencia que “en Salento las mujeres siempre han sido las responsables de la transmisión cultural culinaria, porque siempre han gestionados las masseries, que son las granjas autosuficientes de las que se obtenían todos los alimentos para alimentar a la familia, algo tremendamente relevante, porque en esos tiempos era la autarquía o la muerte”, evoca. Así, las mujeres debían controlar la climatología y adelantarse a las estaciones, para producir en base a la naturaleza, y permitir la supervivencia de los suyos.

Este liderazgo ha hecho que Isabella no creciera con un sentimiento de desigualdad de género. “A pesar de que el ambiente sigue siendo muy masculino, hemos avanzado mucho y ya hay muchas mujeres al frente de cocinas de restaurantes. Yo nunca he notado la diferencia en mi carrera, y en eso está mi fuerza, porque no he permitido que eso me bloquee”, asegura, reconocimiento que siempre aconseja a las mujeres que empiezan en la profesión a que hagan lo mismo. “No podemos pensar que lo tenemos más difícil por ser mujeres; es difícil para todos.

Mostar los sabores de su tierra al mundo

Isabella es una verdadera celebridad en Italia, a lo que ha contribuido su paso por Marterchef y otras apariciones televisivas, o la publicación de un libro, de título “Millennial Cooking”. En el sector el gran reconocimiento ha venido con la consecución de una estrella Michelin para su restaurante Bros, encumbrando su talento manifiesto a los fogones. “Somos cocineros contemporáneos”, ha declarado, ya que compagina su trabajo como chef con otros negocios como la moda o un equipo de rugby.

“En Bros llevamos a la ata restauración los productos más tradicionales de nuestra tierra, actualizando sabores que la gente no valoraría, para mostrárselos al mundo”, ha explicado, y ha puesto como ejemplo el ricosttante, un fermentado con sal de la leche que sobra tras la elaboración del queso ricotta, y que tiene un cierto sabor a rancio, el cual ha comparado con el jamón curado. Con este elemento tan auténtico de su región, Isabella y Floriano elaboran un plato muy especial, a base de caballa, un pescado local poco apreciado en la alta cocina.