Ana Labad

Aunque originaria de Madrid, Ana veraneaba en Lastres de toda la vida, lugar en el que acabaría conociendo a su marido Agustín y trasladándose a vivir. De formación, profesional del marketing y la gestión comercial comenzó su vida profesional como agente de ventas de publicidad en varios grupos periodísticos nacionales pero acabó haciéndose cargo de la tienda de ultramarinos que regentaba la familia de su marido en Lastres. 

Surgió la idea de hacer anchoas para vender en la tienda pero el proyecto se escaló y acabaron creando una empresa conservera que en 2020 consiguió el premio Tenedor de Oro. Las clientas de la tienda, muchas de ellas antiguas trabajadoras de las conserveras de la localidad, aportaron cada una su truco y ahora la empresa cuenta con una plantilla estable donde muchas de estas mujeres, por encima de los 50 años, trabajan.