Irene Rodríguez

Irene estudió enología a pesar de que en su familia no había vínculos directos con el mundo del vino, pero ella tenía claro que quería formarse en algo relacionado con los aromas. Tras finalizar los estudios de Ingeniería Técnica Agrícola en la especialidad en Industrias Agrarias y Alimentarias estudió Enología en la Universidad de La Rioja, donde también realizó sus primeras prácticas. Después, viajó a Australia donde perfeccionó su inglés mientras vendimiaba. A su vuelta, empezó a trabajar en Bodegas Bilbaínas. 

Mientras ejercía como enóloga en La Rioja, decidió plantar unas viñas en una finca propiedad de su familia en su pueblo natal, Trebuesto. Lo que empezó como un proyecto modesto fue adquiriendo entidad hasta el punto que Irene se volcó por completo en él y junto al viñedo ahora hay una bodega y una casa de turismo rural. El año pasado, sus esfuerzos fueron reconocidos al obtener el Premio Alimentos de Cantabria, en la categoría Mejor Proyecto Emprendedor.